Mis cuatro hijos mayores han dado clases con Clásicas desde su hogar y doy fe de que son muy amenas e interesantes. No se trata sólo de aprender latín como si fuera una lengua viva, sino etimología, mitología, historia clásica, gramática española (que les viene fenomenal). También les invitaba en cada clase a realizar alguna manualidad durante la semana, relacionada con lo que habían estado estudiando y han hecho algunas cosas muy chulas. Salvador hizo una tablilla con madera y rellena de cera de abeja imitando a las que utilizaban los estudiantes en Roma. Los pequeños tienen un cuaderno en el que van apuntando las nuevas palabras junto a un dibujo para colorear del banco de imágenes del LLPSI o lo dibujan ellos mismos. A los mayores les mandaba un correo con la clase, para que durante la semana fuesen estudiando. Este año, va a seguir sólo Salvador que es el que se ha enganchado y disfruta más. Además cuando estuvo de vacaciones en casa de su amigo daban los dos la clase y están viendo la posibilidad de seguir estudiando juntos, lo cual puede ser muy motivador para ambos.
Paloma Estorch, Madrid
Inicié con Clásicas desde su hogar a principios de Marzo 2016 en el Grupo de latín para principiantes, anteriormente tuve una experiencia en otra escuela y también intentando aprender por mi propia cuenta el Método Oerberg. Pero con todo puedo decir con mucha certeza que ha sido con ‘Classics at home’ que siento que voy interiorizando la lengua y eso a pesar de contar con muy poco tiempo para el estudio fuera del horario de clase. Las claves del aprendizaje: la pedagogía, el alto nivel profesional de conocimiento de la lengua, motivación, amenidad y naturalidad con que se enseña, como algo vivo y actual. No por ello me eximen de exigencias en las tareas asignadas.
La percepción que te da de trasladarte al mundo romano como algo vivo y la necesidad que te genera por ampliar el léxico no sólo en cantidad sino en cualidad es algo por lo que me siento muy satisfecho con la escuela. La gramática en el punto donde estoy, el uso básico de los casos, eran para mí un escollo muy grande, un conjunto de reglas rígidas inalcanzables, hoy gracias a la metodología de la escuela, en especial del Maestro Aguirre lo veo como algo realizable, que se está realizando.
Para aprender un idioma antes te enviaban al país donde se habla dicho idioma, hoy en día es posible conseguirlo en gran medida, basta con una llamada en Skype (es una plataforma de comunicación gratuita) y logras una inmersión en el mundo romano y su cultura. La experiencia en clase se aproxima a la convivencia con una familia romana del siglo II a.C., que pienso era la intención de Oerberg, por eso recomiendo a ‘Classics at home’, un sitio que te permite convivir en tu propia casa casa con una familia romana, aprender y amar su idioma, sus valores y cultura.
Alvaro Pastora, Nicaragua
Seguí el curso de latín el curso pasado. Había estudiado Familia Romana hasta el capítulo XX de manera autodidacta, pero la ayuda de Carlos M. Aguirre de Clásicas desde su hogar fueron definitivas e insustituibles. Gracias.
Julio Pascual, Pamplona
Ja és el segon any que assisteixo a classes online amb en Carles M. Aguirre. Desprès d'haver estudiat durant quatre anys a la Facultat de Filologia de Barcelona, i, per motius familiars que no venen al cas, no vaig poder seguir assistint-hi. Un bon dia i mitjançant Internet vaig descobrir la pàgina web de Clásicas desde su hogar. Em vaig apuntar al curs de principiants i aquest any l'estic repetint, ja que malgrat haver anat regularment a classes presencials a Barcelona vaig adonar-me de que no sabia res. És la millor decisió que he pres al voltant del estudis de llatí i no m'he penedit mai d'haber començat a estudiar aquest sistema. Donat que ja tinc una edat avançada, no puc còrrer tant com voldria, però en Carles, dotat d'una gran paciència, s'ha posat al meu ritme i gràcies a ell, estic disfrutant de les classes de llatí com mai ho havia fet. Des d'aqui aprofito per agrair-li la seva paciència i dedicació i us envio salutacions a tots els alumnes que estan en el mateix cas que jo.
Mercè Perez, Barcelona